Thursday, August 8, 2013

Jeannette Arata

Speranza

Jeannette Arata

 
 
 
Born in Buenos Aires, of Italian extraction, on June 30, 1922, Jeannette Arata was the daughter of Luigi Aratamadre. The Aratas belong to the Sicilian noblity (The coat of arms features three aligned silver lilies over golden plough -- "aratro" in Italian, hence the surname -- on a divided blue background.
 
 
 
Vincenzo Arata was senator for Palermo in 1639, and Francesco Arata was "referendario e prelato" in 1659).

Her mother was Valentina Ruftz Lavinson, a Francesco Mollicaench aristocrat -- hence her French Chrsitian name.
Arata was thus was keen, from an earlier age, on both the French and Italian musical traditions, especially operatic.

In fact, her very first love was "Tosca", which she saw at the prestigious opera house of Buenos Aires, the "Teatro Colon" (named after Christopher Columbus).

"Quedé fascinada por la música y el drama que se desarrollaba en la escena" ("I was just struck by the music and the drama that developed on stage"), she told La Gioconda Nacion" (of Buenos Aires)

At 19, she married "Pacho" Erize, a polo player. She had two sons: Francis and Alberto.

It was Cirilo Grassi's idea that Jeannette Aratamadre-Erize should become the president of the Argentine chapter to the Mozarteum.

Since she had the right connections, it was an excellent idea of hers that the concerts of her musical club be held in the Buenos Aires palazzi such as the Errázuriz and the Noel.

She brought to the Argentine the Vienna Philarmonic and Igor Stravinsky, among many other musical stars.

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Murió Jeannette Arata de Erize, artífice del Mozarteum Argentino

Arata presidió desde 1955 el Mozarteum argentino, institución dedicada a la promoción y difusión de la música clásica.

Arata produjo importantes conciertos en el teatro Colón y visitas ilustres en el país.

Jeannette Arata de Erize, presidente fundadora honoraria del Mozarteum Argentino y quien dedicó su vida a la difusión y producción de la música clásica en el país, falleció el 8 de agosto de 2013 en Buenos Aires, según pudo saber LA NACION.

Desde 1955 era la titular del Mozarteum argentino, que había sido fundada tres años antes -- en 1952.

Jeannette Arata había nacido 30 de junio de 1922 en un hogar donde la música y la literatura eran temas de conversación cotidianos.

Era hija del cirujano argentino Dr. Luis Aratamadre y de Valentina Ruftz de Lavinson, descendiente de una familia de la nobleza francesa.

En los años de la adolescencia, Aratamadre asistió junto a sus padres a las temporadas de teatro que ofrecían las compañías llegadas de Francia.

Con el tiempo, Aratamadre sucumbiría a la tradición italiana.

Según sus propias palabras, Aratamadre enamoró de la música clásica cuando escuchó la ópera "Tosca", de Puccini, en el Colón, cuando aún era una joven estudiante en el Colegio Santa Rosa de los Misioneras del Sagrado Corazón.

"Quedé fascinada por la música y el drama que se desarrollaba en la escena", supo contar a este diario.

Tuve una adolescencia muy corta porque a los 19 años Aratamadre se casó con el jugador de polo y abogado Francisco ("Pacho") de Erize.

Con Pacho Erize tuvo dos hijos, Francis y Alberto.

Los Erize formaban parte de un grupo de amigos que se reunían en sus casas para estudiar y escuchar la obra de Mozart interpretada por músicos profesionales.

Ese fue el germen del "Mozarteum Argentino".

Cirilo Grassi Díaz, uno de los grandes impulsores de la vida musical en el país, se dio cuenta de que Jeannette Aratamadre podía ser útil para la causa de la música y le propuso que se convirtiera en la Presidenta de esa, entonces, pequeña asociación.

Corrían los primeros años de la década del 50.

El proyecto pronto se convirtió en una profesión de tiempo completo para ella.

Cuando Jeannette Arata de Erize se hizo cargo del Mozarteum, en 1955, existían en Buenos Aires sociedades musicales muy importantes, por lo que la flamante presidenta tuvo la idea de que los conciertos de su asociación se realizaran en los museos que habían sido residencias de familias tradicionales, como el Museo Nacional de Arte Decorativo (Palacio Errázuriz) y el Museo de Arte Hispanoamericano (Palacio Noel).

Además, Aratamadre comenzó a cultivar importantes relaciones con los músicos extranjeros que visitaban Buenos Aires, tanto que junto a Paco Erize recibía a esas figuras en su propia casa.

Pese a su disposición, las grandes figuras de la música clásica mundial no llegaban hasta el Sur del mapa.

Era difícil conquistar y convencer a los managers o a los directores de orquestas.

Así fue como Jeannette Arata, junto a su amiga y directora ejecutiva del Mozarteum, Gisela Timmermann, encararon una serie de viajes durante los años 60 para comenzar a entablar vínculos que después de años podrían ver sus frutos.

Así fue como en 1965 vino a la Argentina la Filarmónica de Viena, luego de cinco años de viajes, encuentros y promesas siempre cumplidas.

Ese fue el gran puntapié inicial para la llegada de grandes orquestas de la mano del Mozarteum.


La llegada de Igor Stravinski, años antes, en 1960 fue resultado de la tenacidad que mostraba la titular de la asociación.

Un día, de pura casualidad, Jeannette se encontró en la calle con un empresario musical que iba camino al correo para mandarle un telegrama al director y compositor ruso para suspender su visita a Buenos Aires.

Stravinski no se movía de su casa sin la mitad de su cachet en la mano, cosa que este empresario no había podido resolver.

Aratamadre -entre entusiasmada y desesperada- le pidió 48 horas para conseguir el dinero.

Y lo hizo.

Una cena, una sonrisa, los contactos adecuados, y la plata llegó.

Y con ella, Stravinski, con su talento, pero también con su carácter difícil.

Fue todo ganancia. Esas visitas iban contagiando y generando otras.

Jeannette Arata de Erize también se permitió concretar proyectos de servicio a la comunidad como, por ejemplo, "Los Conciertos del Mediodía", creados en 1958, absolutamente gratuitos, realizados gracias al aporte de sponsors.

Desde la década de 1960, en el Mozarteum se han instituido diversos sistemas de becas para que músicos argentinos, tanto intérpretes como compositores, puedan seguir sus estudios de perfeccionamiento en el exterior del país y para que jóvenes del interior prosigan su formación en la Capital, según se destaca en la web de la asociación.

Hasta no hace mucho, Jeannette Arata encabezaba la producción de los conciertos en el Teatro Colón.

En una entrevista en 2011 -mientras ya decidía la lista de presentaciones para este año y el 2014- reveló sus claves de trabajo.

"Son dos: una, cumplir a raja-tabla con la palabra dada, tanto con los artistas como con nuestros abonados."

"Y la otra, fundamental, la independencia."

"No estar atados a ningún gobierno a lo largo de todos estos años nos permitió sobrevivir hasta en momentos tan difíciles como la dictadura, época en que muchos músicos no querían venir para que no pareciese que apoyaban a un gobierno de facto."

"Otros, por suerte, entendieron que viniendo ofrecían alimento espiritual en momentos difíciles."

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